2011 será recordado por muchos como el año del boom definitivo de los smartphones y tablets, con un altísimo porcentaje de población haciéndose con un dispositivo y con varios fabricantes de teléfonos que ya han anunciado que desde ahora no sacarán más teléfonos regulares. La popularidad de sistemas como iOS y Android, y sobre todo la gran utilidad que resulta tener toda una gama de utilidades y servicios allá donde estemos y en nuestro bolsillo han sido determinantes, y la competencia propicia que éstos sigan creciendo y ofreciendo aún más posibilidades.
Desafortunadamente, este año que acaba también será recordado, debido a lo que os comentaba en el párrafo anterior, como el año de la llamada guerra de patentes, en el que las diversas compañías fabricantes de terminales o de sistemas operativos ha intentado hacer la competencia al resto tratando de registrar sus ofertas y de sacar provecho a base de prohibir su uso o de cobrar royalties por el mismo.
El último episodio se ha empezado a escribir hace unas horas, cuando Microsoft, otro de los fuertes rivales con su Windows Phone, ha firmado un acuerdo con Compol Electronics, una compañía taiwanesa por la que pasan piezas de hardware que luego van a pasar a aproximadamente la mitad de los terminales Android. Es decir, Microsoft obtendrá beneficio por el 50% de los terminales Android que se vendan. HTC o Samsung son algunos de los ejemplos de fabricantes que utilizan tecnología o patentes de Compol de las que ahora se beneficia el gigante de Redmond.
En la imagen que ilustra el artículo, y que recojo de NeoWin, se puede ver el estado actual de vínculos de Microsoft con empresas con las que ha firmado acuerdo, y como afectan éstas a fabricantes como los mencionados. En este caso, el acuerdo no sólo se centraría en smartphones o tablets Android, sino que los futuros equipos con Chrome también están afectados.
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